martes, 15 de marzo de 2011

¿"Institucionalidad"?

El único funcionario que se ha dignado atender nuestro llamado de auxilio nos dijo: 1) que lo que nosotros consideramos la ignorancia, la negligencia y la patanería gangsteril de Drucker es sólo “una forma de mandar” y 2) que fuéramos “institucionales” y no ventiláramos el problema en las redes sociales. Traducción: la ropa sucia se lava en casa y mejor calladitos.

Pero, ¿qué institucionalidad es ésa, que exige que en su nombre renunciemos a hacer valer nuestros derechos? ¿No son las instituciones, precisamente, para garantizar los derechos de los ciudadanos? ¿Le hace daño a la institución quien denuncia una situación indigna de ella?

No: el daño a la institución —la mala fama que se está ganando Universum entre el público que tiene que esperar cinco horas para comprar boletos porque sólo hay una persona en la taquilla, o por ver elevados los precios y suspendidas las cortesías y rebajas a personas de la tercera edad; la lamentable imagen de México y sus instituciones universitarias que se llevaron los creadores de Body Worlds por las pataletas y caprichos narcicistas de Drucker; el peligro en que se pone a los trabajadores y público de Universum por mover equipos pesados con público en el museo y sin indicaciones de seguridad suficientes— el daño a la institución lo están haciendo Drucker y la directora de facto Lourdes Guevara, en quien Drucker ha delegado funciones y decisiones que le competen sólo al director y quien ni tarda ni perezosa se las ha apropiado y ha tomado otras, sin el conocimiento del director nominal. Ya hasta opina sobre quién debe recibir PRIDE y quién no.

Como se sabe, recurrimos a la Defensoría de los Derechos de los Universitarios. La defensoría respondió a nuestro reclamo no con una investigación, sino preguntándole a Drucker, quien, por supuesto, contestó que todo eran “infundios” y “calumnias”. La defensoría se dio por satisfecha (¿ése es el procedimiento normal: preguntarle al acusado si es culpable?), pero nosotros no. Precisamente en aras de la institucionalidad insistimos en solicitar que la UNAM investigue y no se conforme con pedirle su opinión a Drucker. ¿Qué esperaban que les dijera?

Nuestra protesta se va haciendo más grande. Ya un grupo de becarios de Universum redactó una carta dirigida a Drucker en la que solicitan, entre otras cosas, que por favor los dejen tomar agua “sin tenernos que esconder” (¡!) mientras desempeñan sus funciones y que se tenga la amabilidad de avisarles por escrito cuando los vayan a dar de baja o cuando se cambien las reglas del museo (o sea, estos becarios piden a gritos INSTITUCIONALIDAD). También preguntan por qué se suspendió la tradicional fiesta de fin de año de becarios y por qué se les quitó el derecho a entradas de cortesía al museo cada seis meses. Finalmente, denuncian la incongruencia de que hacen gala las autoridades cuando les exigen que traten al público con educación y respeto mientras a ellos esas “autoridades” (léase: la directora de facto Guevara) los tratan con desprecio y patanería.

Para terminar, me he enterado de que no fue un gato, sino tres, los que Guevara mandó matar, y eso que algunos becarios habían ofrecido llevárselos a su casa. Sobran los comentarios.

3 comentarios:

  1. Hagamos grande a la UNAM, desde la transparencia y la tolerancia.

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  2. Vamos de mal en peor con estas personas que representan a un sector que no beneficia al público ni a los que laboramos (sin ser del sindicato) ahí, queremos una solución a todos los malestares que sólo perjudican el prestigio de nuestra universidad...

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  3. La transparencia es lo que promueve este excelente blog, al dar a conocer información necesaria. ¡Gracias!

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