Mensaje de un anónimo solidario:

Lo primero que criticarán de este post será el hecho de que se haga desde el anonimato, algo que yo mismo lamento. Así que empezaré por explicar el porqué de esto. Como a muchos investigadores jóvenes, construir mi carrera me ha costado años de esfuerzo. Seis años de estudios después de la licenciatura y 5 años de posdoctorados en el extranjero antes de obtener una plaza por contrato anual en la UNAM. "El paraíso de la UNAM", como le llamamos algunos, pues nos brinda muchos recursos para realizar nuestro trabajo que difícilmente encontrariamos en otros lugares, incluyendo el extranjero. Lamentablemente, en esta universidad también hay feudos e intereses contra los que es difícil luchar u oponerse. Así que hoy hablo desde el anonimato porque sé que mi definitividad en la UNAM puede comprometerse por lo que voy a decir aqui. 

Conocí a René siendo estudiante de maestría. Mi interés por la divulgación de la ciencia me llevó a acercarme a él. Entonces era para mí lo que es hoy para muchos otros que hoy en día lo defienden: un gran investigador, un gran divulgador, un personaje admirable de la izquierda mexicana.

Luego me tocó irme de México y regresar. Para entonces el Dr. Drucker estaba en la Coordinación de la Investigación Científica. Entonces empecé a escuchar sobre la forma en que trataba a las personas, en particular a las mujeres. Hubo investigadores que se quejaron por la forma en que eran tratados cuando lo visitaban en sus oficinas, quejas que llegaron a Rectoría, pero Juan Ramón de la Fuente las ignoró. Al llegar el cambio de Rector lo movieron a la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC). Parecía un puesto lógico para alguien que durante tantos años había hecho divulgación. Sin embargo su estancia ahi ha resultado contraproducente para la divulgación de la ciencia.

Ahora los hechos. Una falacia que ha extendido el Dr. Drucker es que la DGDC es el museo de las Ciencias, Universum. La DGDC es mucho más que Universum. Hay proyectos con tanto o más impacto que el museo que han sido desmantelados por la administración actual.

Un ejemplo: el Diplomado de Divulgación de la Ciencia. El diplomado es el primer proyecto en México para profesionalizar la divulgación de la Ciencia. Además de ser un excelente proyecto, la UNAM recibe recursos de él, pues la inscripción se cobra y el precio no es simbólico. Cada módulo del diplomado implica un gran esfuerzo para quien lo imparte, sin embargo, hace 3 años el pago les fue arbitrariamente retirado a los profesores del diplomado por órdenes de Drucker. Varios de estos profesores no trabajan en la DGDC y en ocasiones vienen de otras universidades como la UAM. Preparar e impartir cada módulo requiere tiempo y esfuerzo que deben ser renumerado pues el curso no es gratuito para los asistentes. Varios de ellos, lamentándolo, pero fieles a su dignidad profesional, tuvieron que abandonar el Diplomado. ¿Qué mejor manera de desmantelar un proyecto como éste?

Otros programas como los Cursos de la Casita de las Ciencias han visto retirados los apoyos económicos, aún cuando los cursos se cobran. Algunos de ellos han tenido que ser suspendidos por primera vez en años, porque no hay asistentes, debido a que retiraron los apoyos para difundirlos. Lo mismo ocure con el programa Jóvenes a la Investigación, que enviaba conferencistas a escuelas del DF, hoy prácticamente suspendido.

La DGDC también está encargada de acercar a los medios de comunicación a lo que hacemos los científicos de la UNAM. En ese sentido hay espacios en diversos medios que hoy en día están ocupados por Drucker. No voy a discutir si es o no un buen divulgador. El hecho que él no es el único que hace divulgación en México, ni su muy particular estilo es el único -ni el mejor-,  y esos espacios están para ser ocupados por la UNAM, no para un individuo en particular. 

Luego está el caso de personas que hacen un trabajo a todas luces deficiente y que no son removidas de sus cargos, mientras que otras que lo hacen bien son relegadas. Alguna vez me entrevistó Ángel Figueroa y es una de las peores entrevistas que me han hecho en mi vida. Otro investigador me comentó una experencia similar. Su falta de profesionalismo es una constante y sin embargo ha sido promovido a Coordinador de Medios de la DGDC durante esta administración. 

Lo más triste de todo es que a muchos universitarios no nos extraña lo que sucede con Drucker. Leemos la carta de los trabajadores y la mayor sorpresa es que se la haya permitido llegar hasta donde está sin que los rectores anteriores ni el actual puedan contenerlo. Cuando recibí la carta que firmaron los investigadores de la UNAM me enteré de varios investigadores que estaban de acuerdo con lo que decía pero no "podían" firmarla, razones: "el director de mi instituto me dijo que no lo hiciera", "no quiero causarle un problema a mis colegas del instituto". Las historias de acoso sexual hacia colegas investigadoras surgieron entonces. Denuncias formales, ninguna. Todas prefirieron darle la vuelta, renunciar, antes que enfrentarse directamente a él. No extraña en un país machista como el nuestro, ni tratándose de un personaje agresivo y poderoso como Drucker.

Es terrible que nuestra institución, la máxima casa de estudios, el lugar que debería estar abierto a la democracia y al debate se vea dominado por el miedo y que alguien con un historial tan obscuro como el de Drucker continúe impune ocupando cargos importantes en la UNAM. Espero sinceramente que esta no sea una historia más de impunidad en nuestro país. 

 (La carta anterior expresa únicamente las opiniones de su anónimo autor, anónimo no por gusto, sino por miedo. Quienes apoyamos el movimiento en defensa de la DGDC y conocemos los hechos, confirmamos lo dicho en ella.)