sábado, 12 de febrero de 2011

Petición y preguntas

Ha habido ya muchas reacciones a este blog y a la página de Facebook "Salvemos a Universum y la DGDC-UNAM". No es de extrañar, desde luego, que el Dr. Drucker tenga defensores y que él mismo se defienda, está en todo su derecho. Tampoco es de extrañar (aunque es lamentable) que en no pocos casos esos defensores usen un lenguaje insultante y recurran a las descalificaciones. Ese es el tono que el Dr. Drucker usó desde el principio en dicho espacio y en su propia página. Hay también personas que de buena fe apoyan al Dr. Drucker y cuentan con todo el respeto de quien esto escribe. Posiblemente estas personas no han visto de cerca cómo él y la arquitecta Guevaran tratan a muchos de sus subordinados, si pudieran verlo se quedarían muy sorprendidos.

Precisamente porque fuera de la DGDC no es tan conocido el maltrato que sufre el personal de esta dependencia es que los 49 firmantes de la carta dirigida al Rector de la UNAM solicitaron una investigación. Y ésta no se ha realizado. La Defensoría de los Derechos Universitarios pidó explicaciones al Dr. Drucker de lo que se asienta en la carta, las dio por buenas y cerró el expediente: no investigó. Cuando se trata de maltrato no es de esperarse que el agresor lo reconozca, lo que suele suceder es que lo niegue y enseguida acuse a las víctimas de difamarlo, de "no querer trabajar". Entonces hay que investigar; en este caso, dar al personal de la DGDC la oportunidad de contar su experiencia con la administración del Dr. Drucker en un ambiente de confidencialidad, sin temor a represalias. No olvidemos que en la DGDC muchas personas le temen al Dr. Drucker y a la arquitecta Guevara. Y con razón: lo que está en juego es el trabajo de todas ellas. Han visto las represalias contra otras personas: las que han sido despedidas u orilladas a renunciar, o a jubilarse anticipadamente. Han visto cómo personas que inicialmente apoyaron la gestión del Dr. Drucker cayeron de su gracia por tener una postura crítica ante decisiones arbitrarias que han afectado la calidad del trabajo y el prestigio de la dependencia. Han visto cómo la arquitecta Guevara ha ido acumulando poder, que el Dr. Drucker le otorga, y cómo lo usa en contra de sus colaboradores (a veces sin que el propio Dr. Drucker se entere). Sí, son dos personajes temidos.

Si quien está leyendo esto es del círculo cercano al Dr. Drucker y la arquitecta Guevara yo le pregunto: ¿Ha sido objeto de insultos, burlas, gritos y descalificaciones? ¿Acude a las reuniones con él y la arquitecta Guevara sin preocupación por lo que ahí pueda ocurrir? ¿Ha presenciado que ellos humillen a otras personas, que incluso las hagan llorar? Supongo que al menos ha sido testigo de alguna de estas cosas, tan cotidianas en la DGDC. Y quizá no es consciente de que esto es maltrato. No es fácil darse cuenta. La gente se acostumbra, se dice que es un estilo de trabajar o, peor aún, llega a pensar que se merece un trato indigno. Y cuando el agresor o la agresora lo tratan bien, tiene un respiro, tiende a olvidar lo ocurrido hasta que sucede de nuevo. Siempre sucede de nuevo, y además empeora. Un agresor de este calibre no siente remordimiento y tiende a pensar que siempre tiene la razón, que si algo sale mal es culpa de los demás ("no quieren trabajar"). Cuando su nivel de agresión disminuye --sólo temporalmente-- es porque se dio cuenta que fue demasiado lejos, entonces da un descanso a su víctima. Esto fue lo que sucedió cuando los 49 firmantes enviaron la carta al Rector: las agresiones menguaron. Antes hubo incluso gente a la que se le prometió que las cosas iban a mejorar para evitar que firmaran la carta. Hoy las agresiones han vuelto y varios de los firmantes han sufrido represalias.

Seguiremos viendo ataques al grupo de Facebook, a este blog, a los firmantes de la carta. Los agresores convertidos en "víctimas"; pero veremos también más y más personas que se atreven a hablar de lo que verdaderamente ocurre en la DGDC protegidas por la confidencialidad que les otorga este espacio. Espero que quede claro por qué esa confidencialidad es necesaria.

A todos conviene que el conflicto se resuelva cuanto antes, por eso urge la investigación de la que hablaba al principio. Entonces me uno a la petición de los 49 firmantes a las autoridades universitarias: que se investigue, ya.

2 comentarios:

  1. Ah, los gritos ya no son únicamente para quienes allí laboramos, también los visitantes se han convertido en un blanco potencial, Lourdes, grita por radio que no hay becarios en las salas para atender a los escuincles (los niños, por supuesto a su lado, tienen que soportar sus gritos), qué por qué hay tantos...por dios, pretende que sólo vayan robotitos???, quizá su nueva museografía con esos matices apagados pretende deprimir a los visitantes.

    Señora si hay tantos niños en el museo y usted no los soporta que se dejen de hacer reservaciones, en febrero hay días de más de 2700 personas, lo cual sería perfecto si se contará con el personal suficiente y la seguridad.

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  2. Por que no publican lo que contesto la defensoría de lo Derechos Universitarios. Sería muy interesante que así como publican las cartas también den a conocer las respuestas.

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